Asistir a un concierto y no dejar de moverte, ir a una discoteca y dar rienda suelta a tus pies o practicar ejercicios de baile al son de tu música favorita en un gimnasio es un placer a cualquier edad. Pero, ¿podemos bailar estando embarazadas? ¿Es bueno para el bebé que su mamá se mueva y agite su cuerpo al son de la música? ¿En qué situaciones no es recomendable el baile durante el embarazo?
Está claro que el embarazo no es una enfermedad y, por tanto, debemos cuidarnos, pero no limitarnos. Sin embargo, en la suavidad de los ejercicios reside el equilibrio para que el baile sea también un beneficio para la mamá y su bebé. Dar botes y saltar al ritmo de los Black Eyes Peas no es lo más beneficioso para la gestación, ya que durante los tres primeros meses existe el riesgo de desprendimiento de la placenta y, durante el último trimestre, el volumen del útero es demasiado grande como para ponerse a saltar.
En cambio, practicar 30 minutos de ejercicio aeróbico diario es una de las recomendaciones en las que más insisten los ginecólogos, sobre todo, cuando se trata de caminar o de nadar, dos ejercicios idóneos para practicar durante el embarazo. Los beneficios adicionales del ejercicio durante el embarazo son múltiples: ayuda a aliviar el estrés, a desarrollar la resistencia necesaria frente al parto, reduce el riesgo de diabetes, mejora el trabajo cardiovascular y favorece el buen humor.
Escucha a tu cuerpo durante el baile
El mejor baile para practicar durante el embarazo es la danza árabe por ser de bajo impacto y estar compuesta por pasos suaves. En cualquier tipo de baile que practiques durante el embarazo debes tener mucha precaución con los giros, los saltos y, en general, con los movimientos bruscos. Comienza a bailar suavemente, no subas mucho tu temperatura corporal y vigila tu postura para no lesionar tu espalda con el peso del bebé. Excluye cualquier movimiento que pueda hacerte perder el equilibrio porque las caídas son especialmente peligrosas durante la gestación y con el aumento de peso de tu cuerpo, el centro de gravedad no es el mismo. Y además, incluye siempre un calentamiento muscular inicial antes de la sesión de baile y bebe mucho líquido antes, durante y después del baile.
El baile te hará transpirar, por lo que es necesario que tomes agua para reponer el líquido perdido. No obstante, recuerda que debes dejar de hacer cualquier actividad física, incluido el baile, y consultar inmediatamente con tu médico si notas la pérdida de algún fluido, empiezas a sangrar, te sientes mareada, con náuseas o te falta el aliento, sientes dolor en el abdomen o en el pecho, tienes contracciones o no sientes a tu bebé moverse.
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