El mambo es el hermano menos conocido de los bailes caribeños. Se desarrolla originalmente a partir del danzón, ritmo que en los años cincuenta predominaba en el panorama musical cubano, pero pronto evoluciona hacia un tempo más acelerado. La interdependencia creciente entre músicos y bailadores hizo posible que la percusión fuera adquiriendo poco a poco un papel cada vez más predominante. De igual forma, los arreglos orquestales de Dámaso Pérez Prado, que dirigía una orquesta de formato jazz-band, le aportaron un sonoridad nueva, sin precedentes hasta entonces, donde se fusionaban elementos del jazz norteamericanos en los metales y los ritmos afro-cubanos en la percusión.
El mambo se baila siguiendo un ritmo sincopado, mezcla de música africana, hispanoamericana y jazz. Se marcan los cuatro tiempos, con movimientos fuertes y frecuentes flexiones de las articulaciones de pies y brazos. Muchos pasos tienen una fuerte entidad africana, en el sentido expresivo. Este es un baile "fuerte" que requiere velocidad de pies y mucha energía. Se diferencia de otros bailes por presentar un tiempo de silencio en cada compás, por lo tanto una parada en el movimiento en el cuarto tiempo.
Fuente: lorienbailes.blogspot.com
El mambo se baila siguiendo un ritmo sincopado, mezcla de música africana, hispanoamericana y jazz. Se marcan los cuatro tiempos, con movimientos fuertes y frecuentes flexiones de las articulaciones de pies y brazos. Muchos pasos tienen una fuerte entidad africana, en el sentido expresivo. Este es un baile "fuerte" que requiere velocidad de pies y mucha energía. Se diferencia de otros bailes por presentar un tiempo de silencio en cada compás, por lo tanto una parada en el movimiento en el cuarto tiempo.
Fuente: lorienbailes.blogspot.com
Comentarios
Publicar un comentario
Evite usar palabras obscenas, insultos y/o comentarios que afecten la integridad y el respeto hacia este portal, de lo contrario su comentario no será publicado.