Este ejercicio para fortalecer la pelvis es súper fácil. Utiliza técnicas de visualización y anatomía vivencial para desarrollar la fuerza natural de la pelvis con el mínimo de esfuerzo muscular. Liberar la fuerza de la pelvis es esencial para ejecutar cualquier tipo de baile con gracia y fluidez.
Alrededor de la pelvis existen músculos poderosos que necesitan buena coordinación y tonificación para funcionar de una manera eficiente en la ejecución de un movimiento. Cualquier alteración en la pelvis afecta la mobilidad del resto del cuerpo. Las debilidades y desbalances en la pelvis, por ejemplo, afectan el balance, y la habilidad de hacer giros y saltos.
Este ejercicio para fortalecer la pelvis no requiere de estiramientos extremos ni fuerza ardua. Se realiza sobre el suelo en una posición sentada. Si lo practicas con frecuencias, podrás desarrollar mayor flexibilidad en tu torso, mejor postura y más fluidez en el baile.
Esta práctica es una adaptación de los ejercicios que aparecen en el libro Dance Imagery for Technique and Performance, escrito por el bailarín y maestro de danza, Eric Franklin.
1. Imagínate que estás sentada sobre el barro.
Siéntate en el suelo con las piernas entrecruzadas. Visualiza tu pelvis. Encuentra una posición centrada con la columna vertebral alineada y siéntate sobre tus huesos isquiones. Los isquiones son los dos huesos en forma de triángulo que se encuentran en la parte inferior de la pelvis.
Imagínate que la superficie del suelo bajo tu cuerpo es barro blando. Siente cómo tus huesos isquiones se hunden lentamente en el barro, creando dos indentaciones en el barro de igual tamaño.
2. Visualiza tu pelvis como si fuera un cántaro.
Encuentra un punto de balance entre los dos huesos isquiones. Imagínate que tu pelvis es un recipiente circular enorme y pesado. Este recipiente está lleno de una sustancia.
Imagínate que la sustancia descansa dentro del recipiente, haciendo contacto con sus superficies interiores. Ahora imagínate que la sustancia dentro del cántaro es agua o tierra suave, y que el cántaro está hundiéndose en la arena dejando una huella circular.
3. Imagínate que tus manos son flores flotando en el espacio.
Mientras más sientas que el suelo sostiene el peso de tu pelvis, más posibildades tendrás de sentir que tu cabeza flota en el espacio con la columna vertebral alineada. Esto permite que tus brazos puedan flotar en el espacio sin esfuerzo.
Imagínate que tus brazos son tallos y que tus manos flores. Tus tallos y flores flotan en el espacio hacia afuera de ti sostenidas por tu fuerte tronco.
4. Siente que tu pelvis echa raíces en la tierra.
Imagínate que tu pelvis echa raíces que llegan hasta el fondo de la tierra. Te sientes completamente enraizada y sostenida por la tierra. Tu torso y toda la perte superior de tu cuerpo es una planta que crece hacia el cielo.
5. Mueve tu torso y brazos como si fueran algas marinas.
Imagínate que tu pelvis es una roca que se encuentra en el fondo de un mar no muy profundo. El torso y la cabeza son algas marinas pegadas a la roca. Las algas marinas (o sea tu torso con los brazos y la cabeza) ondulan hacia arriba, flotando libremente en el agua.
Fuente: http://baile.about.com/od/Mejora-tu-tecnica-de-baile/tp/Ejercicio-para-fortalecer-la-pelvis-y-bailar-con-mayor-fluidez.htm
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